martes, 12 de abril de 2011

Que te peten, corazón.

Ahora ya no queda nada. Nada de ese día que viniste, en las fiestas, ni nada de esos días en los que yo te iba a ver, nada del día que me regalaste una flor. Nada, nada de eso queda ya. Nos fuimos, cada uno por su camino, yo aquí, tú allá. Es simple, no crees? Tú allí, yo aquí. Sin hablar, sin vernos. La verdad, es que lo prefiero así. Prefiero el no verte, el no hablarte. Todo se hace mucho más fácil en este proceso de olvidar, que ahora ya está acabado, por lo menos por mi parte. Pero de todas formas, yo nunca negaré que te quise, que te quise con todas mis fuerzas, & justo en el momento en el que más te quería te fuiste. Eso no lo niego, en absoluto. Pero tu tampoco debes negar que tú me amabas, que me querías, como a ninguna otra. & que puede que me hayas olvidado así de repente, & puede que yo no te olvidara tan rápido, pero por lo menos te olvidé de verdad, por lo menos lo demuestro, no como tu, pero no, esta vez no pienso seguirte el rollo como hacen todas.





No hay comentarios:

Publicar un comentario